De escritura, salud y ardillas

La salud, el bienestar, la alegría, piden una atención especial, un plus de conciencia presente también en las distintas espiritualidades.

Aunque desde hace demasiado tiempo la industrialización de la medicina, responsabiliza al enfermo por su malestar, y la respuesta médica apunta al tratamiento de órganos y enfermedades, y no a seres descorazonados ante un tiempo desorientado en sus aspectos más humanos. Impotentes integrantes de una colectividad, los enfermos son considerados como una especie de resto, cuando son el sensible altavoz de una sociedad anómala.

La enfermedad, como el paso del tiempo, invitan a detenernos en ocasiones y rescatar aquello que nos confortaba; o enfrentarnos con episodios que nos han herido más de lo que quisiéramos reconocer, orientándonos hacia aquello que deseamos recuperar.

La escritura puede contribuir a gestionar aquello que la enfermedad permite que aflore si dejamos fluir, para allanar el malestar transitando de la creación a la comprensión o el confortador hallazgo.

El proceso creativo junto a los recursos que genera el arte terapia, contribuirán a la recuperación de nuestro bienestar, integración y el valioso sentimiento de unidad.

Las ardillas olvidan muchas veces donde han enterrado nueces y gracias a ello van involuntariamente plantando nogales que las proveerán de alimento. La sorpresa que aflora tras la transformación de nuestros escritos emula para nuestro bienestar, idéntica función.