Iniciarse en el hábito de escribir requiere soltar, lanzarse a escribir para divertirse, para jugar con las palabras y descubrir el presente viviéndolo, mientras ocupamos el espacio y tiempo descubriendo nuestra escritura.
Olvidarse del miedo a las opiniones propias y ajenas. Animarnos a compartir el proceso de reinventar desde el recuerdo, volcar en la página sueños vividos o anhelados que la creatividad convertirá en experiencias y conocimiento.
Comunicar pensamientos, sentimientos y revelaciones a través de descripciones, diálogos, y escrituras diversas, para revelarnos y compartir nuestra capacidad creativa.
Los Talleres de escritura aúnan la posibilidad de trabajar aspectos liberadores de la expresión, y la transformación de la forma. Este convertir la farragosa y en ocasiones inútil evocación del pasado, evita huídas artificiales y estrecha el vínculo entre autoconocimiento y creación.
Restituir el flujo de la energía vital, restaurando el equilibrio necesario que enviste cada instante con una intensidad plena que alegra.