Cuando nos ponemos a escribir no hay certezas. Conozcamos o no las técnicas o el tema, nada garantiza que sucederá. En ocasiones basta transcribir en desorden los pensamientos.
Escribir es una acción física, y la escritura manual está ligada a los movimientos del corazón.
En septiembre inauguramos hábitos que inducen a convertir el presente en energía para la acción.
Como en la práctica del ejercicio físico, la Escritura Creativa no espera la inspiración.
Las resistencias se superan abriéndonos y dando confianza a nuestra propia voz y evolución personal.
Una frase escuchada al vuelo; un objeto del que nos deshacemos en una mudanza, una lista de temas que despiertan nuestra curiosidad, se convierte en oportunidades para encontrar las formas que expresan recuerdos, anhelos, e historias que nos habitan.
Las resistencias se relajan compartiendo imaginarios e interpretaciones con la comunidad de practicantes que nutren con su escritura la creatividad personal.
Acción, ejercicio y lectura crean, transforman y entrenan en una plenitud que vence la incertidumbre.